Investigación en Psicología. Investigación en Ciencias Sociales

¿Por qué investigar? ¿Por qué sistematizar nuestro trabajo diario?

La psicología ha ido realizando a lo largo de su historia un peregrinaje propio entre las diferentes disciplinas y ciencias. Tanto de la mano de lo experimental como de lo filosófico se ha ido abriendo camino y sorteando obstáculos, sin embargo en los últimos tiempos muchos han sido los esfuerzos para que esta ciencia se pudiera adjudicar un lugar de respeto y necesidad al lado de otras más reconocidas en el mundo académico.

Hoy los psicólogos ocupan un lugar de importancia en los diferentes ámbitos y contextos. No se piensa un ámbito hospitalario, judicial, laboral, educativo o de asistencia social sin el auxilio de esta ciencia. Es más, hoy se utilizan sus teorías en ámbitos como el deporte, la política y hasta la economía.

Este no ha sido el mérito solamente de los grandes desarrollos teóricos sino también del camino recorrido por la investigación, la construcción científica. Como decía en un principio en nuestro medio muchos asocian la psicología con el psicoanálisis, con S. Freud y con sus seguidores, pero también ha mostrado un enfoque diferente impulsado por la psicología experimental y la psicometría.

Pero cómo llegar a estos avances sin el aporte indispensable del trabajo diario en las diferentes instituciones en donde los psicólogos realizan su tarea diaria. Es a partir de su trabajo, de su escucha, de sus evaluaciones, valoraciones y de sus señalamientos que vamos construyendo un saber sobre cada problemática a tratar.

Así se va creando la ciencia con el aporte de teóricos y del trabajo de campo. Sin embargo mientras los teóricos sostenidos o no por universidades y centros de estudios plantean sus hipótesis y tratan de comprobarlas mediante largas y costosas investigaciones, el psicólogo en el campo, trabajando con la enfermedad física o mental, con la delincuencia, con la marginalidad, va sumando día a día, la frecuencia, la recurrencia y la correlación que la teoría trata de comprobar.

¿Cuando se unen? ¿Cuándo se integran? ¿Cuándo sale el teórico a ver la realidad y a trabajar con ella? ¿Cuándo el “obrero” psicólogo se dedica a teorizar sobre su práctica?

El dedicarse a temas tan comprometidos socialmente como la delincuencia, la marginalidad, el desamparo, el maltrato infantil, nos absorbe todas nuestras fuerzas. No nos deja resto para conectarnos con el material recogido, sólo no convoca al hacer, a resolver, a actuar. Sin embargo lo trabajado en cada puesto de salud, de contención, de evaluación se vuelve más prolífero y rico que cientos de centros de investigación teórica.

La pregunta sería entonces porque no lo hacemos. A veces porque no nos damos el lugar, otras veces porque no creemos que esto sea necesario y otras porque no contamos con otras manos que nos ayuden en esto.

Si quisiéramos dedicarnos a sistematizar nuestra práctica de dónde partiríamos. De nuestra propia muestra, de identificar, clasificar, procesar e interpretar los datos que observamos y recopilamos a diario.

Nuestra primera pregunta sería con quiénes trabajamos, dónde lo hacemos, cuáles son las características de esa población, cómo podemos describir a ese grupo.

En el caso de la violencia doméstica, que es el tema que nos convoca, vemos la necesidad cada vez más de poder anticipar situaciones de riesgo familiar y hacia los niños. Esto nos coloca en una posición que requiere del trabajo de investigación dirigido a hallar indicadores y topologías que nos lleven a construir bases de prevención en violencia.

Problema: Violencia doméstica. Maltrato infantil

Objetivo: Hallar indicadores que nos permitan establecer estructuras de prevención.

Para esto debemos volver la mirada hacia el campo de trabajo y observar nuestra población. La primera pregunta se formularía en función de QUIÉNES son los sujetos que componen nuestro universo de acción. DÓNDE se ubican, cuáles son sus CARACTERÍSTICAS y cómo podríamos DESCRIBIR CADA GRUPO.

Aquí estaremos frente a la descripción de la muestra de trabajo como tal. Indispensable paso para comenzar un trabajo de investigación o un estudio de campo.

Ahora bien, una vez discriminada la muestra nuestra tarea sería pensar cuáles son los CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y DE EXCLUSIÓN que nos llevan a evaluar a estas personas que concurren a nuestro centro. Este paso estará íntimamente ligado a nuestro objetivo de trabajo. Aparecerán allí interrogantes tales como: ¿Es necesario evaluar a los padres del niño para conocer su grado de conflicto familiar? ¿Debemos trabajar sólo con el niño? ¿El contexto debe ser incluido?

Una vez delimitado el objeto de estudio, por ejemplo, el vínculo entre padres e hijos, el daño sufrido por un niño maltratado, la estructura familiar del maltrato infantil, entre otros, podremos comenzar a pensar en el o los instrumentos a utilizar.

Los instrumentos en psicología pasan a ser todo un capítulo aparte de la discusión, en nuestros medios, latino americanos, contamos con una acotada producción de instrumentos locales, por lo general nos manejamos con la adaptación de instrumentos europeos o estadounidenses en el campo de la evaluación psicológica. Los propios colegas se muestran reacios a confiar en las producciones de sus compatriotas y buscan en el afuera, lo que seguramente tiene una validez mayor tratándose de un instrumento construido en el medio local.

Es así como nos encontramos ante un gran desafío en el momento de decidir qué medir y cómo medir. La experiencia compartida entre Argentina y Brasil en el ámbito del maltrato infantil y de la violencia doméstica (Colombo-Tardivo, 2009-2011)[1] nos da cuenta de la importancia de la construcción y adaptación de instrumentos y de la seriedad científica al establecer su validez y confiabilidad.

En el área específica de la Psicología los profesionales cuentan con instrumentos de evaluación que se construyeron siguiendo las pautas necesarias que los lleven a su validez y confiabilidad. Dichos instrumentos son utilizados en función del área o constructo psicológico que se desea evaluar por lo tanto podríamos clasificarlos según evalúen inteligencia, personalidad, ansiedad, memoria, redes sociales, interacción familiar, entre otras

En el caso particular de los niños víctimas de maltrato la evaluación se centra en la preocupación, como planteáramos anteriormente, del daño sufrido o del riesgo para su persona. Por lo tanto las técnicas elegidas deben responder a estos constructos a medir.

Nos detenemos un momento para puntualizar algunos aspectos de los instrumentos más utilizados en la evaluación de niños dedicando un especial interés en aquellas específicas en la detección del maltrato infantil.

Hora de juego diagnóstica: Esta técnica es considerada una herramienta fundamental en la evaluación de niños. Se sabe cómo el juego en el niño es vehiculizador de emociones y espacio de crecimiento y desarrollo.

Para poder utilizarla es necesario contar con una caja de juegos que incluya: animales domésticos y salvajes, personas, héroes o personajes de ficción, personajes de lucha (como indios o soldados), muñecos que puedan simbolizar una familia, ladrillos, encastres, rompecabezas, autos de diferentes tamaños, hojas, lápices, marcadores, cosas de la casa, elementos de cocina, el juego del doctor y de policías, materiales de arte (plasticolas de colores, témperas, papeles de colores, brillantinas, arcilla o plastilina para modelar, etc.), títeres, personajes de cuentos “malos y buenos”.

La consigna con la cual se presentan los materiales es “Acá tenés una caja de juguetes podes usar los que quieras o armar el juego que vos prefieras”. Esta es una consigna atrayente para el niño y permite al evaluador observar el tipo de juego.

El objetivo de esta técnica es “(…) recabar información sobre el supuesto trauma vivido y reflejarlo lo más fielmente posible.

Sólo se le permitirá al evaluador aquellas preguntas que se necesiten para clarificar cuestiones que tengan que ver con la necesidad de comprender el significado que el niño ha querido atribuir a determinada acción.

No se permiten ni interpretaciones ni señalamientos, como sucede en el curso del tratamiento psicológico.

Las preguntas deben ser abiertas, no inductivas, y se debe preguntar por cada acción del niño sin hacer inferencias, nada es obvio o se da por supuesto, el niño es el que tiene la teoría sobre aquello que dice o que dibuja y no el evaluador. Nada en especial tiene su correlato en la interpretación, debemos preguntar qué significa eso que dibujó para el niño, o aquello que dijo”[2].

Inventario de frases: es un inventario construido a partir de las frases espontáneas de los niños en la clínica y tiene por objeto detectar indicadores asociados al maltrato infantil. El mismo está redactado para ser leído a los niños por el evaluador, debiendo contestar por sí o no.

“(…) la técnica permite discriminar entre la muestra de niños maltratados y la muestra general (…)”[3]. Los niños “(…) ven reflejada su problemática en las frases: su manera particular de sentir y actuar, las distorsiones del pensamiento que les produjo el maltrato, su percepción del mundo adulto que los rodea, la falta de confianza en los otros. (…)

El inventario de frases pudo poner en palabras: sensaciones, angustias, tristezas, dudas que los niños prestaban en la consulta pero que son difíciles de introducir en el dialogo (…)”[4]

“Las frases son sensibles y están asociadas a los trastornos descriptos (…)”[5] como trastornos emocionales, físicos, conductuales cognitivos, y sociales.

Persona bajo la lluvia: “Esta prueba es una técnica grafica, mediante la cual se le solicita al niño que dibuje una persona bajo la lluvia. Se le proporciona una hoja en posición vertical, un lápiz negro y una goma de borrar. “Persona bajo la lluvia” podría ser una prueba válida a la hora de detectar indicadores que permitan sospechar que un niño es o fue sometido a algún tipo de maltrato”[6].

Los indicadores significativos son: dimensión pequeña, borrado, lluvia sectorizada, ausencia de piso, ojos vacíos, ausencia de detalles y figura infantil o incompleta.

Si bien esta técnica es utilizada en ámbitos como el laboral o el escolar siempre teniendo en cuenta que evalúa cómo la persona se posiciona ante una situación de estrés, en el caso puntual del maltrato infantil, las investigaciones realizadas (1999. 2004. 2006) dieron cuenta de ser una prueba útil para detectar indicadores asociados a este síndrome.

Entrevista: es la técnica más utilizada en la evaluación psicológica. En algunos casos hay profesionales que la utilizan como único instrumento.

Cuando se realiza una evaluación de niños, si bien muchas veces se comienza por la hora de juego diagnóstica, la entrevista no debe faltar, independientemente de la edad del evaluado.

La misma, ya sea estructurada o libre, nos aporta información sobre varias áreas, social, emocional, cognitiva, evolutiva. Además es la que permite entablar un rapport con el evaluado indispensable en toda evaluación psicológica. En el caso particular del maltrato infantil “Es la herramienta fundamental con la que cuenta el psicólogo. Lejos de ser una indagatoria, la entrevista psicológica pretende acercarse del modo más contenedor posible al problema que sufre una persona, en este caso, un niño, facilitándole (…) que pueda comunicarnos la naturaleza de su sufrimiento y el relato de los hechos que lo motivaron”[7].

Una vez elegidos los instrumentos y realizado la descripción correspondiente de los mismos, su objetivo, características y propiedades debemos ser muy claros con los pasos de su administración.

El lugar dónde serán evaluados, quién será el evaluador, con qué elementos se contará, inventarios, cuestionarios, papel y lápiz, juegos, matrices, etcétera. Una vez realizada la toma se encara la segunda parte del proceso de investigación que tiene que ver con la sistematización y el procesamiento de los datos en donde la psicología es auxiliada por la estadística.

Muchos son los métodos que pueden utilizarse en esta etapa. Muchos colegas utilizan paquetes estadísticos construidos para el trabajo en Ciencias sociales que de alguna manera simplifican nuestro trabajo. Sin embargo el poder pensar acerca de nuestro objetivo, qué estamos buscando a través de esta evaluación nos lleva a indagar cuáles serían los mejores métodos para acercarnos a conclusiones más confiables.

Es así cómo el trabajo con grupos contrastados en la problemática de la violencia nos permite observar más claramente cuáles son los indicadores propios de este síndrome y cuáles sólo acompañan pero no definen a esta población. De esta manera una vez terminada nuestra investigación podemos tener más claro sobre qué puntos se debe trabajar. Allí se plantearán nuevamente las preguntas pero esta vez tratando de establecer ciertas respuestas que surgen de dicho estudio.

Veamos un ejemplo. Cuando se trabajó entre el año 2004 y el 2008 con niños y familias en situación de riesgo en la provincia de Buenos Aires, Argentina, se establecieron estos pasos en función de conocer la relación existente entre la Función materna y el Maltrato infantil. Para ello hubo que estudiar tanto a los padres como a los niños.

Cómo pensaríamos este planteo teórico en la práctica.

1- Descripción de la muestra
Quienes, Dónde, Caraterísticas, Descripción del Grupo
2-Criterios de inclusión y exclusión
3- Instrumentos

Cuáles, Dónde, Por qué
4- Administración
Describir todas las características de la administración
5- Sistematización de datos
Proceso estadístico
6-Conclusiones

1- MUESTRA

N= 400 Niños judicializados por maltrato. Conurbano bonaerense. Clase social baja.

Descripción del grupo

Grupo Maltrato Físico: Se han incorporado a este grupo los niños que fueron citados al Tribunal de Menores por una denuncia de golpes, lesiones, quemaduras, traumatismos, etc.

A estas denuncias las acompañaron en algunos casos informes médicos de hospitales de la zona o de salas de asistencia médica, además de testigos presenciales. Los niños fueron evaluados por el Equipo técnico del Tribunal y se confirmó esta denuncia.

Grupo Abandono: Se han incorporado a este grupo los niños de los cuales se recibió una denuncia por parte de adultos por el abandono de los mismos en la propia casa o en casa de vecinos. Este abandono ha sido confirmado por el Equipo técnico del Tribunal y los niños se instalaron con otras familias o en Hogares de tránsito perdiendo el contacto con sus progenitores.

Grupo Abuso sexual infantil: Se han incorporado en este grupo los niños que han denunciado un abuso sexual por parte de un adulto perteneciente o no a su familia. Esta denuncia ha sido confirmada por el Equipo técnico del Tribunal o ha sido acompañada por examen médico forense.

2- CRITERIOS DE INCLUSIÓN

Los criterios de inclusión a la muestra de estudio tenidos en cuenta han sido:

– Consentimiento del niño y de los padres para su evaluación.
– Posibilidad de evaluar al niño en las dos técnicas gráficas : H T P y Persona bajo la lluvia.
– Posibilidad de contar con la Entrevista de evaluación de los padres.
– Poseer un claro diagnóstico por criterio experto del maltrato sufrido

Los criterios de exclusión sostenidos son:
– Incapacidad mental o física grave de los niños a evaluar.
– No contar con alguno de los instrumentos de evaluación
– No contar con la entrevista de evaluación a padres.

3- INSTRUMENTOS

De la totalidad de los instrumentos utilizados en la pericia psicológica de estos niños se tomaron para su sistematización y análisis los protocolos de las pruebas gráficas H T P Y Persona bajo la lluvia. Estas técnicas nos aportan variada información, son de fácil administración y no suelen provocar conflicto o malestar en los niños cuando las realizan.

4- ADMINISTRACIÓN

Los niños fueron todos evaluados por el mismo evaluador perteneciente al Equipo técnico del Tribunal, garantizando de esta manera la validez y confiabilidad de la evaluación eliminando las variaciones intersubjetivas.

Luego de la entrevista al niño en la cual se recababan datos personales, de filiación, con respecto a la escolaridad, situaciones diarias y relaciones familiares, se le pedía la realización de técnicas gráficas.

Se le daba una hoja A4 blanca y un lápiz y se le pedía que dibujara una casa, luego en otra hoja un árbol, en otra una persona y en la cuarta hoja una persona bajo la lluvia.

Ante cualquier pregunta sobre contenido o realización se le contestaba, “como quieras”.

5- SISTEMATIZACIÓN DE DATOS

Siendo la Definición operativa: La puntuación obtenida en un instrumento.

Maltrato infantil: en el caso del Maltrato infantil y en función de las técnicas gráficas HTP y Persona bajo la lluvia, tomamos como criterio de corte para el análisis de los indicadores hallados aquellos con una frecuencia mayor al 60%” lo que definiría como maltrato infantil el contar con un puntaje en cada indicador mayor al 60%.

1. Los casos fueron ingresados en una matriz de datos
2. El total de los casos fue clasificado en 3 grupos: AB N= 41 (abandono), ASI N= 111 (abuso sexual infantil) y MF N= 97(maltrato físico)
3. Se realizó el cálculo estadístico correspondiente para obtener la frecuencia de cada indicador para dicha muestra.
4. Se realizaron los gráficos de barras de cada subgrupo AB, MF y ASI
5. De cada grupo (subgrupo) se armaron nuevas tablas agrupando cada técnica gráfica por separado (PBLL, casa, árbol y persona).
6. Se realizaron gráficos de barras comparando los distintos tipos de maltrato para cada indicador.
7- Se realizó una Tabla comparativa entre indicadores, variables y frecuencia.
8- Se analizó en forma individual con cada indicador en los distintos tipos de maltrato y en los dos sexos (masculino y femenino). Por ejemplo “Dimensión pequeña” en la prueba gráfica “Persona” dentro del H T P, para el Maltrato físico, el Abandono y el Abuso sexual y se compararon dichas medias estableciendo el grado de significación de las diferencias halladas mediante la “prueba estadística de Tukey”.

6-CONLCUSIONES

Esta presentación tuvo por objeto mostrar la importancia de la sistematización de los datos que llegan a la consulta diaria del psicólogo. Partir del caudal de información que constituye la casuística para obtener de la misma, datos valiosos que nos permitan realizar una interpretación más delimitada de la problemática a tratar.

Por otra parte es importante disponer de una metodología que nos habilite un trabajo confiable que lleve a resultados utilizables. Para ello debemos conocer la muestra estudiada y contar con instrumentos válidos y confiables.

La problemática de la VIOLENCIA DOMÉSTICA Y EL MALTRATO INFANTIL nos convoca día a día, no podemos dejar de escuchar ese reclamo pero debemos acercarnos de la manera más científica que nos sea posible. De esta manera podremos aportar tanto a la justicia como a la asistencia social útiles que ayuden en la tarea del resto de la comunidad.

BIBLIOGRAFÍA

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– Agosta-Colombo-Barilari. Abuso y maltrato infantil. Pericia forense en niños maltratados. Entrevista inicial institucional. Buenos Aires, Cauquén editora. 2004

– Barudy, J. – Dantagnan, M. Los Buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona, Gedisa, 1° edición, 2005

– Colombo, R. Barilari, Z. Agosta. C Abuso y maltrato infantil. Indicadores en persona bajo la lluvia. Buenos Aires, Cauquén editora, 3º edición, 2006

– Convención sobre los derechos del niño ley N 23.849 UNICEF 1989

– Costa y Gagliano Tutelados y Asistidos. Buenos Aires, Paidós, 2000

Echeburúa, Enrique Y Paz De Corral. Manual de Violencia Familiar. Madrid. Siglo XXI De España Editores. 1998

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[1] IFR. Colombo, Barilari, Agosta. 2004-2008

IFVD. Tardivo- Pinto Junior. 2010

[2] Colombo, R. Beigbeder de Agosta, C. Abuso y maltrato infantil. Hora de juego diagnostica p. 36

[3] Beigbeder de Agosta, C. Colombo, R. Barilari, Z. Abuso y maltrato infantil. Inventario de frases revisado (IFR) p. 35

[4] Beigbeder de Agosta, C. Colombo, R. Barilari, Z. op. Cit. P. 36

[5] Ibid. p. 35

[6] Beigbeder de Agosta, C. Colombo, R. Barilari, Z. Abuso y maltrato infantil. Indicadores en “Persona bajo la lluvia” p. 31

[7] Beigbeder de Agosta, C. Colombo, R. Barilari, Z. Abuso y maltrato infantil. Pericia forense. Entrevista inicial institucional p. 37